Cogito ergo sum (Puerto
La Cruz)-. En este
artículo recordaré y citaré un escrito del expresidente de la república, Luis
Herrera Campins, titulado “Frente a 1958-Material de discusión
política-electoral venezolana”, el cual redactó en su exilio en Munich.
Luis Herrera en este
análisis plantea tres escenarios para el régimen del General Marcos Pérez
Jiménez: La Reforma Constitucional, Dar
un nuevo golpe de Estado y Elecciones Generales.
Según la visión clara
del que será presidente de Venezuela, bajo la opción de la “Reforma
Constitucional”, vía intermedia entre el Golpe de Estado y las Elecciones
Generales, la dictadura tendría el mejor camino para mantenerse en el poder.
En esos días el
contubernio de las Fuerzas Armadas Nacionales, de ese tiempo, con factores de
la ponderada “oligarquía caraqueña”, y “ciertos hombres de la oposición”, la
convertía a los ojos del dictador en una salida expedita al problema del fin
del período.
El político asevera que
la reforma constitucional no “puede sorprendernos” porque la dictadura buscaría
así “curarse por anticipado de sustos electorales ingratos” como el vivido en
noviembre de 1952.
Para el dirigente
opositor las acciones que podía tener el régimen serían: a) Extender el período
presidencial a siete años en vez de los
cinco estipulados por la carta magna, b) Elección indirecta del
Presidente de la República por las Cámaras Legislativas.
Herrera desestima la “periclitada opción de la elección indirecta del
presidente”.
Sobre la acción armada
planteada por Luis Herrera Campins, escribía en aquel 1957 que “las FAN tienen
ante la historia nacional y ante la consciencia del pueblo la responsabilidad
de este ya largo proceso dictatorial,
alejado de la justicia, desconocedor de la verdad y negador de los
derechos y atributos del hombre. La responsabilidad de las Fuerzas Armadas
Nacionales no es responsabilidad global de acción, es responsabilidad pasiva,
de tolerancia”.
Herrera agregaba que “los
escasos brotes de descontento castrense surgidos afirman la existencia de
núcleos opositores a la orientación de la dictadura, pero mal alcanzan a borrar
la responsabilidad colectiva. La responsabilidad de apoyar una opresión sólo se
borra apoyando la reconquista de la libertad”.
Describe la carencia de
equilibrio en la FAN, indicando que el poder radicaba en el Ejército a cuyo
nombre decía gobernar Marcos Pérez Jiménez.
De las Elecciones Generales,
la tercera y última posibilidad reflexionada por el régimen, Luis Herrera
Campins analizaba posibles escenarios: a) La dictadura gana sin usar fraude, b)
la oposición triunfa y es reconocida, c) la dictadura obtiene un triunfo
mediante el fraude y la coacción y d) vence la oposición, pero la dictadura
repite el 2 de diciembre de 1952 y arrebata la victoria.
Para él, la mejor opción
para el país eran las elecciones. ¿Qué más puede salir de la mente de un
demócrata de verdad?
Lo demás es historia conocida;
y por favor, si encuentra alguna similitud con lo que está ocurriendo hoy en
Venezuela es pura y llana coincidencia.
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