Cogito ergo sum (Puerto
La Cruz)-. Ahora,
Nicolás Maduro quiere derogar la Constitución de 1999 para hacerse de una Carta
Magna a su medida y que le permita la flexibilidad para instaurar en Venezuela
un régimen símil al que existe en La Habana.
Frente a ello, nos
preguntamos el ¿qué diría su jefe? ¿Cuál sería la opinión de Hugo Chávez al ver
como sus “herederos” quieren eliminar de un tanganazo la Constitución que él
mandó a redactar y que tanto alabó?
El extinto Jefe de
Estado siempre dijo que “esta es la mejor Constitución del mundo”, y así lo
repetían todos sus segunderos, los mismos que hoy quieren borrarla del mapa.
Nicolás Maduro ya no
quiere elecciones porque sabe que las perderá, por eso quiere una nueva Carta
Magna. El señor inquilino de Miraflores no quiere más poderes autónomos como la
Asamblea Nacional (AN) o un Ministerio Público con una Fiscal General de la
República que le saltó la talanquera.
Por estas razones quiere
deshacerse de las ataduras constitucionales y constituir una nueva realidad
venezolana donde él tenga todo el poder y lo use a su antojo.
¿Y qué diría Chávez
frente al miedo de sus colaboradores a contarse? Atrás quedaron los días en
que los oficialistas se vanagloriaban
por sus triunfos electorales. Allá, en el pasado, quedaron los insultos y las
vejaciones de los rojos cada vez que el Consejo Nacional Electoral emitía los
resultados electorales.
Las fricciones dentro
del partido oficialista desde hace rato
está mostrando sus quebraduras, muchas voces disidentes han emergido del seno
del Gobierno para denunciar los errores y, supuestas, distorsiones de Maduro al
frente del poder político venezolano.
La revolución desde hace
tiempo dejó de ser monolítica; frente a este intento presidencial de desmembrar
el legado constitucional de Chávez ya han salido dirigentes oficialistas a protestar por semejante atrocidad.
Por ejemplo Eustoquio
Contreras, quien fuese constituyentista, hizo un llamado público a varios
partidos afines al Gobierno para crear un Bloque en Defensa de la Constitución
de 1999, y rechazar la iniciativa presidencial.
Y así veremos a más
personeros del entorno gubernamental abriéndose frente a lo que ponderan como
una insensatez de Maduro, ante lo que perciben como una especie de delito de “Lesa
Chávez” o “Lesa Revolución”.
Y, volvemos a preguntarnos
¿qué diría su jefe frente a esto?
Quienes se dicen llamar “hijos
de Chávez” se parecen como a sus herederos que después de muertos sus padres venden
la casa familiar, se deshacen del viejo carro del padre y organizan una venta
de garaje para sacarle algo de provecho a todos los recuerdos que eran valiosos
para aquel que ya no está.
De esta misma forma
actúan quienes se encuentran en Miraflores planificando la forma de evitar elecciones a como dé lugar.
Luego de este análisis, puedo
de terminar que la repuesta a la pregunta inicial es que: Chávez se sentiría
abochornado de la cobardía electoral de
sus pupilos, y se sentiría traicionado al ver a sus vástagos políticos repudian
su obra reducida en un pequeño libro: La Constitución de 1999.
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