martes, 7 de febrero de 2017

“Demofobia”

Cogito ergo sum (Puerto La Cruz)-.  ¿Qué es una fobia? Etimológicamente es un término de origen griego y su uso está vinculada al “miedo”. Desde la óptima psicológica es un trastorno emocional caracterizado por un temor intenso y desmesurado hacia objetos, seres vivos o situaciones diversas.

¿Qué es demo? Igual a fobia, “demo” posee un origen griego y básicamente se refiere a “pueblo” aunque algunos expertos aseveran, siguiendo las enseñanzas del historiador Plutarco, que el término “demos” parece haber sido un neologismo derivado de la fusión de las palabras demiurgos (artesanos) y geomoros (campesinos).

Entonces, ¿qué es la demofobia? Es un atrevimiento de mi parte, esta construcción alude a una simbiosis de ambos vocablos para crear una voz que especifique  el “miedo al pueblo”  o el pánico irracional a la democracia.

La demofobia es una realidad en muchas partes del mundo. Las personalidades autoritarias que alcanzan el poder van construyendo los escenarios necesarios para minimizar la participación y el predominio del poder popular en el ejercicio de la democracia.

Actualmente en Venezuela quienes ejercen el poder político sufren de un enraizado temor a contarse en elecciones.

Y no es para menos. Si recordamos que las fobias se crean debido a traumas en la niñez, podemos determinar que en la infancia política de este régimen, encabezado por Nicolás Maduro, sufrió traumas electorales iniciales.

Una elección presidencial de dudosos resultados, la pérdida constante y firme de apoyos en las encuestas durante aquel duelo Maduro vs. Capriles, y los ya mencionados resultados dejaron huella imborrable en la psiquis del régimen.

Si le sumamos a esto lo ocurrido en las elecciones parlamentaria del 2015 cuando el oficialismo sufrió una paliza electoral increíble, se puede justificar y comprender la “demofobia” surgida en la cúpula dirigente del oficialismo.

Ahora vemos como en Miraflores le temen a las elecciones.

Hicieron lo posible e imposible para impedir la materialización de un Referendo Revocatorio el año pasado, su posición en la llamada Mesa de Diálogo solo se basa en crear las condiciones para que Maduro pueda llegar al 2019 y allí, como último resquicio, medirse electoralmente,

Su temor llega a tal nivel que el oficialismo está en franca política esquiva para dejar pasar por debajo de la mesa las elecciones regionales que debieron realizarse a finales del 2016.

La “demofobia” se incrementará en la medida que Maduro y sus compañeros en la aniquilación del país sean conscientes de los niveles de rechazo popular que poseen y del periclitar de prebendas e intereses.
Llamar a elecciones para ellos es un suicidio político, están claros que cualquier medición será rotunda y lapidariamente adversa para sus objetivos y deseos.

La revolución dejó de ser protagónica y participativa para convertiste en un modelo represivo que sólo es movido por  el miedo, la desesperación y la fobia hacia el pueblo.

Y ese temor irracional a la ciudadanía y a las elecciones pareciera no tener cura; ellos son presas y reos en sí mismos de sus propias mezquindades e intrigas palaciegas.




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