Cogito ergo sum (Puerto
La Cruz)-. Elías Jaua, el sempiterno rival de Henrique
Capriles, ha cesado en su habitual y
tedioso cantar de críticas hacia la gestión del aludido dirigente democrático
¿y la razón? Es lo que leeremos a continuación.
Las órdenes emanadas
hacia Jaua es que “tome posición de combate” dentro de Anzoátegui. El grupo donde
este dirigente hace vida le giró instrucciones para que sea el abanderado rojo
a la gobernación de la entidad.
Para el sector, al cual
obedece Jaua, dejar en manos de Nelson Moreno, Guillermo Martínez o Jhonnathan
Marín la candidatura a gobernador sería como “entregársela a la derecha”.
Los cuchillos están
fuera de sus vainas; los embates están hiriendo al aire y son cada vez más
frecuentes las manipulaciones y reacomodo internos en el régimen.
Los números indican que
de realizarse la elección a gobernador mañana las fuerzas rojas, rojitas
perderían de calle su estatus de “gobierno” en la entidad.
El mencionado factor
dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela aspira a reeditar el fenómeno Aristóbulo bajo
el Proyecto de Jaua.
La posición del ex
gobernador, y actual Vicepresidente de la República, es de crearles
expectativas al alcalde de Barcelona y al mismísimo gobernador encargado, al
mismo tiempo.
Se ha comentado que en
privado Moreno ha dicho que: “lo único que le pido al profe es que se mantenga
al margen”.
La pugna por la botella
que se está vaciando es ruda y cada vez más feroz. Una evidencia de ello es la
llegada de Jaua como un proyecto político de un segmento de las fuerzas
pro-oficialistas en la entidad.
Ahora, podemos
preguntarnos.
¿Los anzoatiguenses nos
calaremos nuevamente un importado? ¿El oficialismo se cree con la misma fuerza
de hace unos casi 4 años atrás?
¿Hasta cuándo la
dirigencia política del régimen proseguirá con su afán denigrante de burlarse
de los anzoatiguenses? Y ¿de aceptar el encargo, como puede deducirse por las
constantes visitas al estado del excandidato a gobernador de Miranda, éste
podrá revertir lo que pareciera un revés cantado y de pronóstico apocalíptico
para un partido que no levanta ni polvo en los distintos municipios de la
región?
La eventual candidatura
del jerarca del Psuv es, no sólo, un insulto a la capacidad de los
anzoatiguenses, sino que representa una segunda bofetada seguida contra la
mismísima dirigencia política del Psuv en la entidad.
Las fuerzas de la Unidad
Democrática tienen que enfrentar este hecho con la gallardía de la coherencia
política, y con la lucidez estratégica que amerita ese posible escenario.
Si me pidiesen un
consejo para Elías Jaua le diría, con toda sinceridad a pesar de la divergencia
en el plano ideológico y político, que se abstenga de venir a nuestra entidad a
pasar pena.
Porque de algo pueden
estar seguros dentro del Psuv, si mañana fueran las elecciones del revocatorio
los demócratas ganaríamos por paliza y si fuesen las de gobernador la diferencia
fuese aún más abierta en favor de los candidatos de la Unidad.