Cogito ergo sum-.
Luego de 16 años. Después de
vivir los sinsabores de este régimen que odiosamente continúa, momentáneamente,
en el poder, podemos afirmar que lo que construyeron con el llamado “socialismo
del siglo XXI” fue un endeble castillo de arena a orillas del mar.
Sí, durante todo este tiempo
los socialistas que han ostentado el poder edificaron con granos de arena un
castillo en los límites del mar. Y parece que la marea viene subiendo.
El emporio político que
se construyeron en detrimento de la calidad de vida de los venezolanos está
derrumbándose. A pedazos vemos como se están cayendo las torres, los pilares y
todo el sostén de un modelo político, social y económico históricamente
fracasado.
Vemos como la torre de
la economía rápidamente se está precipitando. Desde que las bases hechas a la
producción de petróleo y la libertina administración de Pdvsa sufre por la
caída de los precios del crudo en el mercado internacional, la sensación de
bonanza económica del régimen actual se desplomó.
Como quien se pega la
lotería, quienes gestionaron las riquezas venezolanas en estos tiempos de
abundancia, malgastaron los ingresos del país, despilfarraron los recursos y
dejaron a la nación más endeudada que
nunca en su historia.
El pilar social también
se ha venido despedazando. ¿Alguien se acuerda de los módulos de Barrio
Adentro? Por allí susciten algunos como reliquias de una era remota, algunas
como sedes de familias sin hogar, otras como un recordatorio que las promesas
se las lleva el viento.
El hambre y la necesidad
de los venezolanos se corroyeron, como si fuera salitre, las bases de las
torres económicas y sociales.
La política, que
pareciera el último reducto someramente en pie sirve de albergue a los
constructores y moradores de un castillo de arena que cada vez está más
reducido.
Aquí, en la torre de la
política, se fraguan las acciones como la detención ilegal e injusta de dirigentes
estudiantiles, la aprehensión y los juicios amañados contra líder de la
oposición como el caso de Leopoldo López, ya develado por el ex fiscal Franklin
Nieves, o el de Manuel Rosales también descubierto y desenmarañado por las
declaraciones del ex magistrado Eladio Aponte Aponte.
Sin olvidarnos del caso
de Antonio Ledezma, y del acoso permanente hacia María Corina Machado o hacia
los representantes de la prensa que aún queda libre y sin mordaza en la nación.
El castillo de arena se
va deshaciendo al aumento de la marea de los cambios sociales y de las
decisiones de millones de venezolanos que anhelan y están comprometidos con la
transformación de la república.
Este 6 de diciembre la
marea llegará a su punto exacto. Con tu participación en los próximos comicios
parlamentarios se sellará definitivamente el cambio en la dirección del país.
El castillo de arena
quedará en el suelo. El imperio de torturas, abusos y tropelías quedarán hecho
nada en medio de una bahía de esperanza que se abriría para todos nosotros en
una nueva Venezuela.
El cambio eres tú:
¡VOTA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario