Cogito ergo sum-. ¡Totalmente
huérfano de dudas! El gobierno de Nicolás Maduro no posee sentido del ridículo,
es increíble como el actual inquilino de Miraflores le ha restado prestancia a
la Jefatura del Estado, y cada vez que abre su boca expone ante el mundo sus
limitadísimos recursos intelectuales.
Una de las más recientes invenciones del mandatario nacional es la
“guerra bacteriológica” que según afirmó está siendo desatada por las fuerzas
de la oposición para arremeter en contra de su gobierno ¡ja!
Nicolás no sabe en qué trinchera meterse ante el bombardeo incesante
de problemas que le están explotando en el rostro. Su gestión ha fracasado en
todos los sentidos y el pueblo está caliente en las calles de todas las
ciudades y poblaciones de la república.
Lo cierto, estimado lector, es que él no conoce la magnitud de lo que
es una “guerra bacteriológica”. Citemos un momento algunos conceptos.
Término 1: Es una forma singular de combate, en la cual se emplean armas de diferentes tipos que contienen virus o bacterias capaces
de infligir daño masivo sobre fuerzas militares y/o civiles.
Término 2: Las
armas biológicas son organismos vivos adaptados militarmente para causar
enfermedades en humanos, animales o plantas. Tienden a ser agentes hechos de
organismos altamente contagiosos. Quienes los producen cuentan con la habilidad
que estos gérmenes poseen para reproducirse y alcanzar un impacto
potencialmente devastador en el blanco escogido.
Podemos ver que el significado de la guerra
bacteriológica o biológica no está en sintonía con las pretensiones mal
intencionadas de Nicolás que solamente busca escudarse en algún argumento para
salvarse a sí mismo y esconder sus responsabilidades por los sucesos acaecidos
en el Hospital Central de Maracay, y en todo el país a razón del mosquito tigre
y el chikungunya que ocasiona.
Es bueno, estimado lector, que leamos juntos esta explicación publicada
en www.geosalud.com: Las armas químicas más débiles son los "gases
lacrimógenos" o
"agentes antimanifestaciones"; entre los más utilizados figuran el CN y el CS (siglas del código militar
estadounidense).- El CN fue producido por primera vez en 1918,
en los EEUU, para ser usados en combate.- El CS fue desarrollado en 1929, pero sus
posibilidades como agente antimanifestaciones sólo fueron comprendidas a partir
de la década de 1950.- El CS es menos tóxico que el CN, y por esa razón lo ha
reemplazado ventajosamente.-
Aquí podemos recordar al ex presidente Chávez diciendo:
“échenle gas del bueno” y así podemos aseverar que la Guerra Bacteriológica la
ha tenido el régimen en contra de
quienes nos oponemos a sus visiones retrógradas de conducir una nación como
Venezuela.
La verdad es que poseemos un presidente que no escatima
esfuerzos para aparecer ante el globo terráqueo como un bárbaro y como un
ignorante que no sabe medir sus expresiones públicas.
La “guerra bacteriológica” viene de la misma fábrica que
parió la “multiplicación de los pe…” y la del pajarito reencarnado. ¿Qué se
puede esperar de un presidente de dudosa procedencia electoral y que por
ejercicio del cargo ha evidenciado su inmadurez socio-política?
Venezuela necesita que usted, querido amigo, y que todos
nosotros nos unamos en verdad para alcanzar la reconstrucción nacional y eso,
tampoco tengo la menor duda, se logrará a través de la organización de
asambleas rumbo al Congreso Ciudadano promovido por María Corina Machado,
Leopoldo López, Roberto Enríquez y Antonio Ledezma.
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