miércoles, 24 de septiembre de 2014

Guerra bacteriológica


Cogito ergo sum-. ¡Totalmente huérfano de dudas! El gobierno de Nicolás Maduro no posee sentido del ridículo, es increíble como el actual inquilino de Miraflores le ha restado prestancia a la Jefatura del Estado, y cada vez que abre su boca expone ante el mundo sus limitadísimos recursos intelectuales.

Una de las más recientes invenciones del mandatario nacional es la “guerra bacteriológica” que según afirmó está siendo desatada por las fuerzas de la oposición para arremeter en contra de su gobierno ¡ja!

Nicolás no sabe en qué trinchera meterse ante el bombardeo incesante de problemas que le están explotando en el rostro. Su gestión ha fracasado en todos los sentidos y el pueblo está caliente en las calles de todas las ciudades y poblaciones de la república.

Lo cierto, estimado lector, es que él no conoce la magnitud de lo que es una “guerra bacteriológica”. Citemos un momento algunos conceptos.

Término 1: Es una forma singular de combate, en la cual se emplean armas de diferentes tipos que contienen virus o bacterias capaces de infligir daño masivo sobre fuerzas militares y/o civiles.

Término 2: Las armas biológicas son organismos vivos adaptados militarmente para causar enfermedades en humanos, animales o plantas. Tienden a ser agentes hechos de organismos altamente contagiosos. Quienes los producen cuentan con la habilidad que estos gérmenes poseen para reproducirse y alcanzar un impacto potencialmente devastador en el blanco escogido.

Podemos ver que el significado de la guerra bacteriológica o biológica no está en sintonía con las pretensiones mal intencionadas de Nicolás que solamente busca escudarse en algún argumento para salvarse a sí mismo y esconder sus responsabilidades por los sucesos acaecidos en el Hospital Central de Maracay, y en todo el país a razón del mosquito tigre y el chikungunya que ocasiona.

Es bueno, estimado lector, que leamos juntos esta explicación publicada en www.geosalud.com: Las armas químicas más débiles son los "gases lacrimógenos" o "agentes antimanifestaciones"; entre los más utilizados figuran el CN y el CS (siglas del código militar estadounidense).- El CN fue producido por primera vez en 1918, en los EEUU, para ser usados en combate.- El CS fue desarrollado en 1929, pero sus posibilidades como agente antimanifestaciones sólo fueron comprendidas a partir de la década de 1950.- El CS es menos tóxico que el CN, y por esa razón lo ha reemplazado ventajosamente.-

Aquí podemos recordar al ex presidente Chávez diciendo: “échenle gas del bueno” y así podemos aseverar que la Guerra Bacteriológica la ha tenido el régimen  en contra de quienes nos oponemos a sus visiones retrógradas de conducir una nación como Venezuela.

La verdad es que poseemos un presidente que no escatima esfuerzos para aparecer ante el globo terráqueo como un bárbaro y como un ignorante que no sabe medir sus expresiones públicas.

La “guerra bacteriológica” viene de la misma fábrica que parió la “multiplicación de los pe…” y la del pajarito reencarnado. ¿Qué se puede esperar de un presidente de dudosa procedencia electoral y que por ejercicio del cargo ha evidenciado su inmadurez socio-política?

Venezuela necesita que usted, querido amigo, y que todos nosotros nos unamos en verdad para alcanzar la reconstrucción nacional y eso, tampoco tengo la menor duda, se logrará a través de la organización de asambleas rumbo al Congreso Ciudadano promovido por María Corina Machado, Leopoldo López, Roberto Enríquez y Antonio Ledezma.

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