Cogito ergo sum-. El
gobierno de Nicolás Maduro inició su cadena de acciones en contra de las
manifestaciones públicas empleando las herramientas tradicionales de la
represión, no obstante ya evolucionó… ¡Sí! Evolucionó.
Parece sorprendente hablar de
evolución en este gobierno, pues sí, el señor Maduro alcanzó una etapa superior
en el proceso de agresión en contra de los muchachos que se encuentran en la
calle manifestando por un país mejor.
Luego de los perdigones y de los
gases lacrimógenos aparecieron las hordas de motorizados que aterrorizan por
doquier con su afán de amedrentar a la población civil venezolana.
Los “Colectivos” de la ¿Paz? de Nicolás se encargaron de sembrar, abonar
y regar por doquier un pánico atroz. Aunque fueron notorios sus esfuerzos la
voluntad del pueblo se impuso y los jóvenes no abandonaron las expresiones de
repudio en contra de la administración de Nicolás.
En este momento vemos en Lechería,
estado Anzoátegui, como la técnica de represión ha sido refinada por parte de
los cuerpos oficiales.
Los últimos sucesos, para el
día martes 20 de mayo a las 2:39pm
(tenemos que especificar por el incremento permanente de hechos en cuestión de
minutos), han sido un ejemplo de que el Gobierno ya no anda con miramientos, no
le está temblando el pulso para disparar balas de acero en contra de los
muchachos.
Ya no hay ningún pudor, los
policías y Guardias Nacionales se encuentran preparados para detonar sus armas
a discreción.
El objetivo es claro, más allá de
herir a un o unos estudiantes puntuales, su meta es tratar de que reine el
miedo por toda la república para así alcanzar la inalcanzable aspiración
madurista de estabilidad.
Sé que a pesar de lo que hagan o
dejen de hacer los estudiantes aguerridos, los venezolanos que ansían paz y
progreso se mantendrán en pie de lucha para batallar en contra de un régimen
que está condenando al pueblo a morir de hambre.
Mientras Nicolás en su profundo
desespero, que se evidencia de la forma como fácilmente pierde los estribos durante
una transmisión de televisión, impulsa a
sus escuadrones de uniforme o sin éste a atacar a los campamentos de la
resistencia, existe en la calle un sentimiento de frustración en contra de él
que se agudiza día a día.
En Miraflores sólo piensan en
retener el poder, mientras que en las calles la inmensa mayoría de la población
aspira un cambio de dirección de forma urgente.
Al día siguiente de que los
Guardias Nacionales y policías disparan en contra de los jóvenes, los abuelitos
recibieron mocho, sin aumento, sus pensiones, lo que ocasionó que nuestros
viejitos se expresaran su repudio al régimen. ¿Será que ahora irán por adultos
mayores también?
Por acciones como esta
constantemente el Estado socialista se derrumba y así hagan más crueles sus
tareas de represión poseen los días contados porque en Venezuela las cosas,
tarde o temprano, volverán a florecer.
¡Viene más! De seguro que en
Miraflores o desde la Asamblea Nacional, el otro polo de poder de la república,
se están planteando los mecanismos necesarios para una tercera etapa en la
agresión contra los muchachada rebelde, no obstante se conseguirán con un
pueblo que está de a toque para terminar de expresarse cívica y pacíficamente
por todos los rincones de la nación.
Twitter: @jdsolorzano
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