Cogito ergo sum-. Cuántas
voces desesperadas ya he escuchado diciendo “ahora qué debemos hacer, cómo
podemos sobrevivir a esta grave situación que se carcome día a día la paz de los hogares de todos los venezolanos;
quién nos orienta en la búsqueda de soluciones”, y muchos de éstos que
proclaman su angustia desconocen, o tal vez quieren omitir, que la resolución
de toda la realidad actual está en sus manos.
¿Qué hacer para vencer a la
infamia y a la mentira?, fácil: Actuar.
Si actuamos como debemos, si
participamos como debemos, si tomamos las riendas de nuestro propio destino
como ciudadanos responsables, tenga por seguro que el día de mañana será mejor
que este presente.
“Necesitamos a un líder que nos guíe”, sí, en eso tienen razón.
La sociedad en muchas ocasiones
necesita a un conductor, a un capitán que los lleve a buen puerto, sin embargo
no es la única forma de salir adelante, unidos con fe podremos alcanzar grandes
cosas.
Los venezolanos tenemos hoy en
día un caminante que es el primero en la marcha por el progreso del país,
Henrique Capriles asumió un rol que viene cumpliendo, en medio de un pandemónium
que no ha sido para nada fácil. Poseemos líderes locales que conocen los
padecimientos de nuestro pueblo y que se vienen comprometiendo para brindarle
soluciones puntuales a cada uno de ellos.
En el caso de Anzoátegui es bien
sabido por todos la disposición de lucha de hombres y mujeres que se han
entregado al servicio público como Marcos Figueroa, Gustavo Marcano, Evelyn
Urdaneta, José Brito, Jacinto Romero Luna, Gerson Martínez, y muchos más que
quieren y ayudarán a sus municipios y a sus ciudadanos.
Y sobre todo tenemos un líder que
mira con compasión a nuestra amada Venezuela, el líder más poderoso de todos,
porque no es de esta tierra, no es de este mundo, sino que es el creador del
mundo y de la tierra, nuestros Señor Jesucristo, quien nos invita a ser como él
para vivir cada vez mejor.
Es Dios el líder de los
venezolanos, el que con su mano está llevando las riendas de esta nación, es Él
quien con su Divina Misericordia nos arropa en su manto. ¡Entonces! Qué
esperamos, ¿sabes la respuesta a tu propia pregunta?
¿Qué debes hacer? Dar un paso
adelante, pedirle a Dios que te guíe en cada momento y emprender el camino del
rescate democrático de nuestra Venezuela, de pedirle a Él que te dé la fuerza
necesaria para ayudar, con tu granito de arena, a la construcción de la nación
que anhelamos y necesitamos.
Debemos actuar y salir hacia
adelante; debemos soñar y hacer realidad nuestros sueños, debemos votar este 8
de diciembre y pedirle a todos nuestros familiares, amigos y compañeros que
también lo hagan en la tarjeta de la Mesa Unidad Democrática, pulsando el botón
“Seleccionar Todo” para darle un viraje a este caos que vivimos actualmente.
Tenemos que actuar, tenemos que
votar. Tenemos que elegir y hacerlo bien.
Juntos ganamos todos en la búsqueda
de la Venezuela que encontraremos con unión y con fe, de esa nación que
construiremos con el accionar de todos y votando a los candidatos de la unidad.
Twitter: @jdsolorzano
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