El candidato de la alternativa democrática, Henrique Capriles Radonski, en cada pueblo que llega, en cada concentración que encabeza, en cada casa que visita, precipita la caída de las falacias del Gobierno, desenmascara la faz real de una administración que prometió gobernar para los más pobres pero en estos 14 años la calidad de vida de éstos ha empeorado, que prometió gobernar para los trabajadores y éstos hoy ni siquiera pueden hacer un mercado completo gracias a los elevadísimos precios de todos los productos del consumo diario.
Son casi cinco lustros de promesas rotas, son 14 años de un engaño continuado y de cháchara interminable. Esta administración no entendió que amor con hambre no dura, no asimiló que nuestras comunidades se iban a cansar de ser el lado flaco del embudo revolucionario, donde lo ancho es para los dirigentes de traje y corbata, mientras que lo angosto es para la base que es manipulada con una revolución que es peor que la del gato pardo.
Pero con cada pueblo que toca el peregrino de la esperanza se va develando la realidad, se va iluminando la verdad, va aclarando la mañana para millones de venezolanos que se deciden, por miles cada día, a montarse en el autobús del progreso; Henrique Capriles Radonski es el abanderado de una nueva era donde todos tendremos la oportunidad de prosperar, donde nuestra voz sea escuchada sin necesidad de disfrazarnos de una ideología o de fungir frenesí ante un poderoso encumbrado en el poder político.
Mientras Capriles derrumba mentiras por años acumuladas, quienes temen perder sus privilegios, los hijos engordados del oficialismo, al lado de unos acomodaticios y serviles voceros, emprenden una nueva cruzada de engaños e inventos para así tratar de frenar el creciente apoyo popular del candidato de la unidad, pero no lo lograran, hay demasiado compromiso entre Henrique con el pueblo y de éste con él, para que hagan mellas las arremetidas de laboratorio y de compra-venta de conciencias de alquiler.
Así como ellos atacan sin fundamento al próximo presidente de la república, no se extrañen que más temprano que tarde enfilen, quienes estilan estás tácticas de truhanes, sus baterías contra los candidatos a gobernadores y alcaldes, no se impresionen cuando las salas situacionales del oficialismo en Anzoátegui pretendan impedir el indetenible triunfo de Antonio Barreto Sira. ¡No se extrañen!.
Lo cierto es que cada día la oscuridad de las patrañas cede ante el paso inexorable de la verdad. Aclara la mañana, ya dan los primeros rayos del sol, con el alba nacerá la Venezuela del progreso este siete de octubre.
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