lunes, 30 de enero de 2012

Reflexión sobre el futuro seguro

Cogito ergo sum-. He sostenido en debates, tertulias, en cualquier plaza donde se ha hablado del tema de las primarias de la oposición que todos y cada uno de los abanderados de la alternativa democrática representa una mejor opción que la encarnada por Hugo Chávez, además de mantener la posición que el aspirante que más sintonía posee con el pueblo llano, criollo y trabajador es Pablo Pérez.
Pablo representa una candidatura con sabor a cerro, con aires de esa venezolanidad típica, él simboliza a ese Juan Bimba de todos los tiempos. Es parte de esa cultura nacional que nos identifica, por ende, creo que es una de las mejores alternativas que poseemos en la actualidad para derrocar al chavismo y a este proyecto demoníaco que le ha costado al país, utilizando la frase de Winston Churchill, sangre, sudor y lágrimas.
Venezuela es una nación condenada a grandes hazañas, no por nada hemos sido los libertadores de Sur América, y por poco de Centro América, tenemos el mejor petróleo del mundo, el mejor cacao, aunque chillen los neogranadinos somos dueños del mejor café del universo. Este tropiezo histórico de más de una década no truncará por siempre el espíritu del venezolano, nuestra patria seguirá avanzando gracias a liderazgos democráticos, serios y pujantes como el de Pablo Pérez.
Estoy convencido y así lo redacto que aquella expresión de que "cuando la noche está más oscura es que va amanecer", se aplica a Venezuela, porque cada día se palpa en las calles, en las barriadas, en los campos los aires de cambio que llevarán a la nación hacia nuevos horizontes, pese a las radicalización del mencionado proceso, más allá de las bravuconadas de un Presidente con el sol en la espalda, se impone la voluntad siempre mayor del pueblo demócrata.
El gobernador del Zulia le ha demostrado a los venezolanos, desde su gestión, que otra forma de gobernar es posible, con honestidad, inclusión, capacidad comprobada, con esfuerzo mancomunado para alcanzar el bien común y con, sobre todo, fe en la voluntad de Dios y de la ciudadanía.
Ese pueblo, que ha sido maltratado en sus esperanzas rotas, que le han golpeado su amor propio, que lo condenaron a morirse de hambre, que ha sido utilizado por más de una década, ese pueblo que padece sed, que lucha solo en contra de las vicisitudes engendradas por la necesidad y la miseria, esa es Venezuela luego de casi 14 años de supuesta revolución. Ante esta patética realidad Pablo Pérez plantea un futuro seguro para el país, le propone a la patria la (r)evolución de la gente, a través de un gobierno verdaderamente para todos los venezolanos.
La historia no está escrita aún, la redactaremos con cada esfuerzo, con cada gota de sudor, con cada voto, el próximo 7 de octubre durante las elecciones presidenciales, mañana, el 12 de febrero seleccionaremos el candidato demócrata, mi voto es para Pablo Pérez, el 13-F saldremos todos cohesionados, unificados con un aspirante inderrotable: La Unidad. #PabloGana #LaUnidadGana.

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