La propuesta de Antonio Ledezma de que todos los candidatos a las primarias de la Alternativa Democrática debatan públicamente sobre el porvenir del país antes de la consulta sobre el liderazgo opositor es una idea, además de excelente, democratizadora de las propuestas de este lado de la nación.
Todos quienes aspiren a sentarse en la silla del Palacio de Miraflores tienen que presentarle al país sus proyectos, visiones y expectativas sobre el ejercicio del poder, porque más allá de una faz agradable, de una campaña propagandística, el venezolano necesita conocer las ideas e intenciones de los candidatos demócratas.
La Dirección Nacional de Copei asumió la propuesta del candidato presidencial abepista y la tomó como propia levantando la iniciativa como una especie de bandera de participación y amplitud en la esquematización, organización y proyección de lo que tiene que ser el nuevo gobierno luego de Hugo Chávez.
Debatir es una práctica indispensable en la democracia. Oswaldo Álvarez Paz, Antonio Ledezma, Pablo Pérez, Henrique Capriles, César Pérez Vivas, Eduardo Fernández, María Corina Machado y Cecilia Sosa, deben reunirse y mostrarle a la nación su percepción de la patria, sus planes de gobierno, las visiones de los diferentes problemas con sus posibles soluciones, tienen que hablarle directamente a todos los venezolanos.
El chavismo se ha ufanado en los últimos años aseverando que quienes militamos en la oposición no tenemos un plan de acción, se han atrevido a decir que si asumimos el poder la nación irá a la deriva, este tipo de mensajes en masa ha causado su efecto, por ende, los abanderados de la disidencia deben demostrar con precisión que sí hay un futuro y mucho más provechoso y próspero que el que nos tiene reservado el chavismo.
Ante la interrogante: ¿después de Chávez qué? Hay que responder que luego de él viene una era de paz, libertad, justicia social e inclusión. Ante el cuestionamiento de que la oposición no posee un plan de gobierno tenemos que contestar con inflamado orgullo que "no tenemos un plan, sino 6 ó 7 propuestas de cambio encarnada en los precandidatos a la presidencia de la república y que después del 12 de febrero tendremos una sola visión compartida de país que la cumpliremos cuando se gane las elecciones el 7 de octubre del 2012".
En fin, el debate es una herramienta lógica y necesaria, me parece impropio de un demócrata y un aspirante presidencial rehuir a esta actividad. Todos los países del mundo utilizan este tipo de mecanismos para ayudar a los ciudadanos a elegir la mejor opción, entonces porque no aceptar un pugilato de ideas en el mejor de los escenarios para hacerlo: la opinión pública.
Entonces me pregunto ¿Chávez estaría dispuesto a debatir?, ¿el actual Presidente soportaría un intercambio fuerte de argumentos enfrente de un Oswaldo Álvarez Paz, Eduardo Fernández o Antonio Ledezma, los tres candidatos más preparados de la oposición?, ustedes respondan apreciados lectores.
@jdsolorzano / www.dionisiosolorzano.blogspot.com / solorzano.dj@gmail.com
lunes, 19 de septiembre de 2011
Debate
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