Por José Dionisio Solórzano
Redacto estas líneas para tocar un tema que tal vez pudiera ser algo polémico, sobre todo para los miembros de las logias masónicas, pues ellos se vanaglorian que el Libertador Simón Bolívar, fue masón, sin embargo obvian que al final de su vida, el Gran Hombre de América, se enfrentó a esa organización.
Primero, con sumo respeto a mis amigos masones, quiero tocar el punto con delicadeza y precisión histórica, pues es menester ir aclarando aspectos de nuestro pasado y evolución histórica, debido a que hemos pasados muchas décadas de politización de nuestra historia.
Ahora bien, es muy cierto que el Padre de la Patria se unió a la masonería – de acuerdo con algunos historiadores – en Londres e influenciado por muchos de sus coterráneos y compañeros de causa independentistas.
Y, aunado a esto el gran venezolano independentista de la época, el Generalísimo Francisco de Miranda, era masón, y tal realidad pudo influir o influyó en muchos personajes de aquellos días.
Sin embargo, el Libertador ya en 1826 – 4 años antes de su muerte – ya se expresaba en correspondencia de forma negativa hacia los masones.
Por ejemplo, el 8 de octubre de 1826, en la población de Ibarra, Ecuador, Simón Bolívar le escribió a Francisco de Paula Santander – a la postre presidente encargado de Colombia – alertándole sobre el cuidado que debía tener frente a varias personas de Perú, Ecuador y Colombia, aludiendo a un hombre apellidado Flores de quien dijo: “se ha hecho odioso por los masones”.
El 21 de octubre de 1825, en Potosí, Bolivia, dijo sin empacho que: “pero usted (Santander) tiene la culpa, porque no los ha sabido tratar por las majaderías de masones, y por los ataques a sus principios por parte de los amigos de usted mismo. Conmigo siempre están bien porque los lisonjeo, y los sujeto en los límites que me parecen justos. Malditos sean los masones y los tales filósofos charlatanes”.
No obstante, la antipatía de Bolívar hacia los masones no se quedó solo en su numeroso correo, sino que el héroe de la Batalla de Carabobo adelantó una política de supresión en contra de la masonería.
Mediante decreto, el Libertador prohibió la masonería.
El 8 de Noviembre de 1828, firmó el decreto que suspendía la actividad de los masones y de cualquier otra sociedad secreta en el territorio de la Gran Colombia (actuales Venezuela, Ecuador y Colombia).
Tal medida la tomó el Libertador al comprobar, según se recoge en varios documentos históricos, que la masonería era una sociedad conspiradora al servicio de intereses ocultos.
Escribió: "habiendo acreditado la experiencia, tanto en Colombia como en otras naciones, que las sociedades secretas sirven especialmente para preparar los trastornos públicos turbando la tranquilidad pública y el orden establecido; que ocultando ellas todas sus operaciones con el velo del misterio, hacen presumir fundadamente que no son buenas, ni útiles a la sociedad".
Y, qué decía el decreto bolivariano, aquí su Artículo 1º: “Se prohíben en Colombia todas las sociedades o confraternidades secretas, sea cual fuere la denominación de cada una”.
Sostener que Bolívar fue masón es una verdad a medias, pues el Libertador dejó de serlo y los repudió.
Igual pasa con el pensamiento liberal del Libertador, éste lo dominó en sus primeros años de vida (Discurso de Angostura, Carta de Jaimaica) sin embargo, posteriormente optó por políticas más conservadoras y centralistas ejemplo de ello la Constitución de Bolivia escrita de su puño y letra.
¡Para mí el guarapo dulce, el café amargo y el chocolate espeso!