Cogito ergo sum-.
Sí, siempre tuve mis reservas con
relación al nombramiento del colega periodista Jesús “Chuo” Torrealba al frente
de la Mesa de la Unidad Democrática… Y ustedes se preguntarán ¿por qué?,
sencillo apreciados lectores “zapatero a su zapato”.
En aquellos días aprecie
que a pesar de los dotes comunicacionales y las vinculaciones populares, que
normalmente surgen entre un periodista de comunidad y la fuente (líderes y voceros
de los sectores y barriadas), “Chuo” Torrealba no poseía la experiencia y
formación necesaria para conducir un ente político de la magnitud de la MUD.
El ejercicio de la
política es un oficio, que como tal necesita de experticia, conocimientos y de preparación,
las cuales son carentes en las características formativas de “Chuo” Torrealba.
A veces podemos creer
que podemos reparar una silla, el aire acondicionado, el carro, o cualquier
otro artículo o artefacto y después de equivocarnos un par de veces o ver el
resultado poco satisfactorio decidimos una de dos cosas: Vamos con un experto
para que nos ayude, o acudimos a alguien para que nos enseñe.
Dirigir un partido no es
fácil. En algunos casos se deben pasar muchos años en un proceso de
capacitación, subiendo peldaños y posicionándonos en la escalera de mando, en
otros se poseen dotes innatas de liderazgo que nos ayudan en el camino de
formación.
Nuestro actual
coordinador de la Mesa de la Unidad Democrática no posee los conocimientos
básicos para la dirección, no de un partido sino de una plataforma que aglutina
sectores políticos de toda índole. Y mucho menos posee liderazgos naturales en
su personalidad.
Ahora bien, más allá de
muchas decisiones que se han tomado en detrimento de la misma Unidad, las
últimas aseveraciones del vocero de la MUD han sido infaustas.
La decisión de vetar a
todos los candidatos del partido Copei, por las dificultades internas que esta
organización está atravesando, fue un atropello digno del más cruel de los
voceros del oficialismo.
“Chuo” Torrealba
inhabilitó a los dirigentes de Copei que ya eran candidatos de la Unidad. Y no
sólo le bastó con esto sino que llegó a proliferar juicios de valor en torno a
la ética y la moral de algunos de los dirigentes socialcristianos, lo que juzgo
una pifia política y una demostración de su incapacidad en el manejo de la
situación.
Copei es uno de los
partidos más tradicionales de Venezuela, junto con Acción Democrática, y es
menester que su dirigencia sea tratada con sumo respeto, el cual se han ganado.
A mi juicio creo que los últimos voceros de este partido han actuado con sumo
tino, como han sido los casos de César Pérez Vivas, Luis Ignacio Planas y
Roberto Enríquez.
El caso de María Corina
Machado también es insólito. Luego de que el régimen, en su desespero para
silenciar a esta gran luchadora, la inhabilitara la Mesa de la Unidad
Democrática inhabilitó a quien Vente Venezuela había escogido como su candidata-sucesora,
Isabel Pereira.
Te pregunto “Chuo”, ¿por
qué dejaste a Un Nuevo Tiempo seleccionar el reemplazo de Manuel Rosales, por
qué permitiste de Voluntad Popular hiciera lo mismo con Daniel Ceballos, Raúl
Baduel (hijo) y otros, y Cuentas Claras con el sustituto de Enzo Scarano, pero
cambiaste la decisión alrededor del caso de María Corina Machado e Isabel
Pereira, por qué Vente Venezuela no fue tratada como las otras organizaciones?
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