Opinión-. ¡Sí, lo confieso!
Pensé que a estas alturas nada me sorprendería de este Gobierno, pero me
equivoqué; fue increíble para mis capacidades aquella aseveración que como
especie de mina explotó en aquel campo de incertidumbre que rodea al cuerpo
convaleciente del Presidente de la República. Escuchar al ministro Villegas
decir que la primera autoridad de la nación pasó de estado estable a
estacionario retumbó en mis oídos como un galimatías conceptual y verbal.
Para mi enorme desconocimiento,
ese que sólo puede ser representado en la frase de Sócrates de “solo sé que no
sé nada”, aquello me parecía como producto de que el estimado colega había
digerido la noche anterior un libro de sinónimos y antónimos, pero aquí también
me equivoqué. Desde el punto de vista clínico, según los datos que
empíricamente conseguí, el término “estacionario” es cuando un paciente no
registra mejorías en su estado, lo cual por cierto choca con otra afirmación
del flamante integrante del gabinete del régimen, que dice: “está asimilando el
tratamiento”, pero esto sería tema para otro artículo.
Igual a la situación médica del
presidente Chávez, según parte médico del lunes 7 de enero, se encuentra la
economía nacional, o por lo menos esa es la “sensación” de todo aquel que acude
a los diferentes expendios de alimentos de este país y encuentra que la crisis
es estacionaria, es decir, no mejora ante las diferentes “medidas” que aplica el
Ejecutivo.
Cuando usted apreciado lector va
al mercado municipal de Puerto La Cruz, al Bolivariano o tal vez al Campesino ubicados
en Barcelona, se encuentra que los precios de los diferentes productos llegaron
más rápido a todos los planetas de nuestro sistema solar (porque hace años que
rebasaron las nubes) que cualquier expedición espacial de EE.UU o Rusia, lo que
indica que la crisis que vivimos está carcomiendo cada día más a nuestro pueblo,
pero además se puede percatar que esta situación entró en
estado “estacionario” porque a pesar de las vocifera cháchara oficial en nada
mejora nuestra economía.
Desde la alta cúpula del gobierno
tienen 14 años diciéndonos que la economía se está saneando, pero sin ánimos a entrar más
allá de la superficie de este tema, debido a que no soy experto en el área, me
atrevo a afirmar que en Venezuela estamos en medio de una “economía
estacionaria”, para utilizar el mismo concepto que empleó el colega Villegas en
su cadena de radio y televisión el 7-01-13, gracias a que no vemos, por lo
menos los que hacemos mercado para nuestros hogares, mejorías en el cuerpo
corroído y enfermo de nuestras finanzas nacionales.
Es hora que los venezolanos
aceptemos que vivimos en un país “estacionario”, porque más allá de la realidad
económica que vivimos al tratar de hacer mercado, comprar algún repuesto de
auto, o adquirir algún bien, también padecemos el síndrome “estacionario” en lo
político ante la crisis que se nos avecina por la inestabilidad de un gobierno
que a pesar de ser reelecto no cuenta con la fuerza necesaria para paliar la
sumatoria de tantos problemas cumulados, pero lo más alarmante es que a raíz de
lo impávido de la economía y de la política se puede generar un movimiento
social de carácter de explosión endógena.
COLOFÓN-. Para revivir brevemente
al eterno Joselo recordemos aquella frase en su película -Para mí tú estás loco
- que decía: “Aquí todo sube menos los salarios; ya ni te preguntan donde
trabajas, sino donde te explotan”. Buen
día a todos.
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