Una preclara jueza de esta nación, que cada día más se me parece a Alicia en el país de las maravillas entendiendo lo de "maravilla" como un hecho ilógico y sorprendente y no como algo bueno, sentenció que decirle a otra persona que es un "hijo e' puta" no es difamatorio para la progenitora de éste, en pocas palabras nos dio permiso para decirle "vástago de meretriz" a cualquier fulano que se nos atraviese por el camino ya que "legalmente" esto no le traerá consecuencias.
Entonces mis estimados lectores usted que es un hombre o una mujer obediente de las leyes puede salir en este preciso momento a la calle y saludar cortésmente al primer acólito del chavismo que se encuentre en su camino con ese caluroso y legal: "cómo estás hijo e' puta". Esperemos que el boina roja afectado no se moleste, ni arrugue el entrecejo, por el contrario debe responder "gracias camarada, que bueno es despertarse y salir a la calle y que el primer escuálido que uno se encuentre nos salude con esa expresión tan revolucionaria".
Hagamos un ejercicio mental apreciado lector, usted imagine por un segundo al tan sobrio y educado Guillermo Aveledo jefe de la Mesa de la Unidad Democrática, dirigiéndose al país para enviarle un mensaje a todas las instituciones públicas con esta expresión: "Hijos e' puta de aquí, hijos e' putas de allá mis respetos, y un saludo especial al mayor hijo e' meretriz (... En este caso dejo a su imaginación seguramente fluida la culminación de la frase)", ¿sería sorprendente verdad?, pero en este país todo es posible.
O por ejemplo vea mentalmente a Hugo Chávez asegurándole a sus camisetas coloradas: "Los que quieran ser hijos e' putas que vengan conmigo"... Triste realidad en la cual estamos sumergidos, gracias a un poder judicial dependiente de intereses particulares.
Me pregunto si en otras latitudes del globo terráqueo ocurren episodios como a los que estamos acostumbrados los venezolanos, quisiera saber si en otra parte del continente americano, Europa, Asia, o en cualquier otro rincón del planeta suceden hechos tan curiosos como en este pequeño terruño.
Bueno mis apreciados “hijos e’ putas” (recuerden que los llamo así con el más profundo sentimiento de aprecio) luce claro que la escala de valores en la nación ha variado significativamente, en tiempos de la “retrograda” cuarta república decir semejante expresión sería calificada como un insulto, pero gracias a nuestro poder judicial esos estigmas burgueses quedaron en el pasado, ahora ser “hijo e’ puta” es cuestión de todos.
Para despedirme que otra cosa podemos decirles sino: sólo en Venezuela.
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