Como una tripulación perdida en el mar. Como un barco a la deriva luce nuestra nación, golpeada por un maremoto de problemas y sólo atada al mástil de las esperanzas populares. Es lamentable que nuestro país se encuentre en el más lamentable de los escollos de su historia, ni el General Juan Vicente Gómez, a pesar de su bellaquería y tozudez totalitaria llevó al país a este oscuro pasadizo del tiempo.
Mariano Picón Salas dijo con precisa y trágica certeza que “Venezuela entró en el siglo XX con la muerte de Gómez”, pero lo cierto es que a pesar de los avances de ingeniería y de la económico del “Nuevo Ideal Nacional” de Marcos Pérez Jiménez y de Laureano Vallenilla (hijo), el reordenamiento político y democrático, sostenido con el “Pacto de Punto Fijo” con la era democrática, el triunfo de Hugo Chávez en las postrimerías del siglo XX ha evitado que los venezolanos entremos al siglo XXI.
Creo que los venezolanos continuamos, como nuestros antepasados españoles lo hacían, buscando “El Dorado”, pero en esta época moderna, aquella tierra de oro se transformó en la búsqueda de un país de inclusión y de progreso. Hemos emprendido la búsqueda del país soñado, en reiteradas ocasiones pensadores, políticos, filósofos, poetas y simplemente soñadores han luchado para encontrarla, pero siempre debemos empezar desde cero ante los obstáculos que enfrentamos en el trayecto que se ha tomado.
La búsqueda de ese país perdido en alguna parte de nuestra historia, es como un reflejo de aquella historia mitológica de Odiseo retornando a Ítaca. Pareciera que los “dioses” confabulan para que los venezolanos no encontremos la ruta para el progreso social y económico que anhelamos. Pero a pesar de ello el empeño no ha disminuido, por el contrario, muchos connacionales desde las pequeñas trincheras hacen esfuerzos importantes para conseguir la meta de edificar una patria ideal.
En este momento navegamos sin timón. Quienes tienen la obligación de conducir los destinos de la patria, juegan a la anarquía, es desconsolador que el Capitán del barco se amotine en contra de sí mismo. Las paradojas y contradicciones han sido el principal sustento de las equivocaciones históricas que como pueblo hemos cometido.
Creo que al final hallaremos ese país que se nos escabulló de las manos, creo con firmeza que alcanzaremos el sueño colectivo de un país pujante, pero para esto es esencial que nuestras juventudes se formen para conducir al país, de lo contrario volveremos trágicamente a volver a iniciar la búsqueda de la Venezuela perdida.
@jdsolorzano
lunes, 6 de junio de 2011
Búsqueda del país perdido
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