Cogito ergo sum-. Iban
caminando por medio de la soledad de aquella calle. Una brisa fría de esas que
anuncian la madrugada lanza un silbido agudo y a la vez eterno, se detienen, no
pueden dar un paso más, los atemoriza el increíble ruido de aquel penetrante
silencio… Así como si fuera un cuento, quisiera emprender este artículo de
opinión para hacer pública mi humilde opinión de lo acontecido en las últimas
elecciones.
El 16 de diciembre pasado se estremeció la vida política de este país, los
venezolanos tanto del gobierno como de la oposición, y los tantos miles que no
les gusta ser calificado de un bando, ni del otro, prefirieron quedarse en casa
y permitir que otros eligieron por ellos los gobernadores y diputados
regionales, pero ¿por qué esta actitud?, sería bueno pretender responder esta
incógnita, que ya muchos han intentado, con más acierto que nosotros, darle
contestación.
Si es verdad que el despecho electoral por el fracaso de Henrique Capriles
llevó a miles, mejor dicho a millones de electores, a no votar en las
regionales, entonces qué motivó a los oficialistas a quedarse en casa, porque si
algo es evidente es que mientras en el lado de los demócratas cerca de tres
millones de personas no votaron, dentro del gobierno unos cuatro millones también
se quedaron en casa; pues parece que propios y extraños no lograron en un caso
despertar a sus votantes del “guayabo” caprilero, y del otro espabilarlos del
asombro causado por el anuncio de la posible desaparición del escenario
político de Hugo Chávez.
Lo cierto es que el domingo pasado lo que se sintió por toda la república fue
un silencio aterrador, la mitad de los venezolanos decidieron no votar, lo que
debe despertar las alarmas de los dirigentes políticos de ambos sectores,
debido a que debe existir una razón sociológica más profunda que la derrota de
Capriles y la enfermedad de Chávez que llevó a un pedazo importantísimo de la
población a dejarse, como lo expresó Antonio Barreto Sira, ganar por la apatía
y la dejadez.
Además del desinterés de los venezolanos para con los comicios regionales
es notorio la tensión que se vive en nuestra sociedad, ya se han presentado
diferentes connatos violentos en supermercados, abastos y mercados populares,
lo que advierte que en la población se mueve un sentimiento de inconformidad
que pudiera llevarnos a una explosión social. ¡Alerta!.
Pero regresando al tema electoral, quisiera hacerle un llamamiento a los
anzoatiguenses, el pasado 16 de diciembre no elegimos, ni bien, ni mal, porque
sencillamente no ejercieron su derecho al voto la mitad del estado, entonces,
debemos reflexionar ante este hecho y ver los resultados que trajo consigo el
desdén social que dominó a un sector del electorado, no dejemos que esto ocurra
nuevamente, porque si pasa volveríamos a condenar nuestro destino a hacer en las manos más incorrectas.